La felicidad tan esperada...

Antes de subir a las nubes y viajar cada noche, mis pensamientos se concentran en la vida. Si, la vida. Ésa misma que algunas veces te eleva hacia la plenitud, pero que luego de un tiempo te deja caer bruscamente en la desgracia.

Siempre pienso que me queda tanto por vivir. Tantas metas que de pronto y a una cierta edad quiero ver cumplidas. Mis hijos...como serán mis hijos?.

Creo que a veces me doy pena. Porque soy una mujer joven, con todo un destino por delante, pero con tan pocas ganas de vivir...

Pero finalmente pienso en la vida, en el destino del hombre. Y es ahi donde imagino que a veces ella misma, ésta sabia y hermosa vida, no siempre nos va a traer desgracias. Talvez me espera la gran felicidad, eso que todos anhelamos y la razón por la cual luchamos cada día.

Ésa es mi gran esperanza. Ser feliz.

Hoy me preguntaron:

>Marcela, ¿qué te hace feliz?.

Y yo respondi:

>nada.

Fue ahi entonces cuando pensé que estaba mal. Que no podía seguir asi. Y la verdad de todo es que en éste momento de mi vida, nada me hace feliz. Claro, una que otra cosa me hace sonreir y estar bien a ratos. Pero luego vuelvo a lo mismo, siempre volver a lo mismo...

Quiero tener esperanzas , quiero ser tan feliz.
Gritar a carcajadas. Dar vueltas mirando al cielo, sin dejar de pensar en que soy feliz y que nada ni nadie puede derrumbar aquella fortaleza de dicha y plenitud.

Poder verte en una nube que pasa por mi ventana y luego mirar a mi lado derecho y ver el mismo tierno rostro, porque eres tú que me acompañas cada día de mi vida y hasta el final.

Creer. Vivir. Amar. Soñar. Reir.
Es todo lo que quiero.

No quiero seguir escondiendome y nunca poder encontrarme.